Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
12 de noviembre, 2012
Al Partido Acción Nacional en Tamaulipas parece importarle muy poco que esté pasando el tiempo.
Alguien debería de avisarles, por lo menos dos cosas: Que el sexenio panista está por terminar y su dominio en delegaciones federales estratégicas se acaba. Y que 8 meses habrá elecciones locales en este estado.
A diferencia de la actividad y movilidad que se observa desde hace semanas en la dirigencia estatal del PRI, en el PAN se ven aletargados. Y de no ser por algún ruido que hacen en forma aislada los panistas de Matamoros o de Reynosa, a nivel estatal no se sabe nada de ellos.
Y es que mientras a sus rivales tricolores se les queman las habas y ya están en plena grilla interna, las huestes blanquiazules están más quietas que un anciano en asilo.
Habría que recordarles que sus grandes logros electorales no han sido precisamente en elecciones locales. Que sus máximas calificaciones han venido en comicios federales. Sin embargo, tal apunte parece no recordarlo y se observan aun aletargados luego de la victoria de julio pasado.
José Alberto López Fonseca, no da nota. En igual situación se ven los más renombrados “panaderos” del estado. Y la situación se complica cuando se hacen públicas las pugnas internas y odios que hay entre muchos de ellos.
¿Tienen que esperar a que Francisco García Cabeza de Vaca, venga a remover a las adormiladas filas panistas?
Para el PRI, no es desconocido que el panismo tiene su buena clientela en Nuevo Laredo, que en Reynosa es peligroso, y que en Matamoros tendrán una muy difícil contienda con la hija de Ramiro Salazar. En el PRI también saben que hay un riesgo en Tampico.
Pero parece que los que ni cuenta se han dado de su potencial después de la elección federal, son justamente los panistas. Si ya tenían “amarrada” una buena cantidad de seguidores, era para que no la soltaran. Que siguieran con la inercia.
Y no. Hoy por hoy da la impresión de que el panismo no existe en Tamaulipas.