Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
15 de abril, 2013
Nos ha tocado escuchar de viva voz a productores agrícolas tamaulipecos, quejarse amargamente de la crítica situación por la que atraviesan. La falta de agua los tiene verdaderamente preocupados.
Me consta que esperaban un anuncio “bomba” de parte del titular de Sagarpa, Enrique Martinez Y Martinez. Y se quedaron con un palmo de narices. Ni apoyos extraordinarios, ni declaratoria de emergencia. Punto.
Una caseta de revisión fito zoosanitaria y una tequilera, no fue suficiente para dejar satisfechos a los desesperados agricultores. Y comentan que es injusto el abandono de parte del gobierno federal hacia Tamaulipas.
Dio pie todo lo anterior, desde hace algunos días para que en muchos sectores de la geografía tamaulipeca se escucharan comentarios como “Peña Nieto no quiere a Tamaulipas” o “Por eso no ha venido en todo o que lleva de presidente”. Y no faltó el que dijera “Castigo para el estado, por haber perdido la elección…”
También se puede considerar injusto señalar un “alejamiento” del ejecutivo federal, cuando se sabe de los constantes viajes del gobernador a la Ciudad de México. Quien sabe cuántas veces haya visto a Peña Nieto, pero es impensable que no se haya entrevistado cuando menos con gente allegada al primer mandatario. Es más, aparte del controvertido encuentro con Enrique Martinez y Martinez, recientemente acabamos de ser testigos de los encuentros con secretarios peñistas, como Alfonso Navarrete Prida y Pedro Joaquín Codwell.
Ahora bien, ¿para qué queremos que venga el presidente a Tamaulipas?, ¿constataría personalmente los estragos de la sequía o le montarían un escenario en donde tres funcionarios y un par de productores le darían detalles de la situación?
¿No sería más efectivo que una comisión de tamaulipecos y su autoridad estatal le presentaran en el despacho presidencial, documentos, fotografías y videos, pormenorizando gráficamente lo que le quieren decir los ciudadanos de este estado?
En las viejas costumbres de la política mexicana, destaca una: Cuando viene el presidente, se barren las calles por donde va a pasar y se pintan los cordones de las banquetas… Así que no quisiéramos ver a Peña Nieto en Tamaulipas, teniendo como fondo un hermoso y floreciente cultivo de sorgo. Por eso, la presencia física del mandatario mexicano en esta entidad, no es necesaria. Se le puede informar de mejor manera usando otra estrategia.
Los detalles de la sequía, en números, deben estar en el escritorio presidencial lo antes posible.
Después, ya habrá tiempo para hablarle de inseguridad, de carreteras obsoletas, de inmigración, de puentes internacionales y de pobreza, entre muchos otros temas pendientes con los sufridos habitantes de este estado.
Y para los que quieren que venga el Presidente a ver calles barridas y cordones pintados: Den por hecho que viene antes del 19 de mayo a algún municipio tamaulipeco.