Estas ruinas que veis

Max Avila

9 de febrero, 2010

Pues ya le digo. La alcaldía victorense se ha convertido en la joya de la corona, “ y tiene su razón de ser”. Y es que por ahí han transcurrido destacados personajes mismos a los que les ha ido de puro peluche en la política. Nomás échele cuentas y verá que el escribidor no anda “tan errao”. Recordéis a Enrique Cárdenas González que en tiempo récord construyó sorprendente curriculum bajo la sombra de Luis Echeverría, quien por cierto recién salió de ultratumba y anda por ahí todavía dando que decir, nadie lo atiende pero insiste en hacer el ridi después de que la historia pasó a ubicarlo en el libro de los malditos. Por la matanza del dos de octubre no por otra cosa. El escribidor tiene fija la escena de aquella noche cuando LEA,- que andaba en campaña-, llegó a la plaza Hidalgo en ciudad Victoria, se detuvo antes de subir al estrado y con solemne y convincente ademán invitó a don Enrique,- el cual observaba desde un balcón del hotel Sierra Gorda,- para que lo acompañara. Y el hombre que ni tardo ni perezoso “voló” pa’ disfrutar la distinción. En ese momento algunos imaginamos el exitoso futuro que esperaba a Cárdenas González. Tiempo después el de la voz presenció algo similar en Matamoros, aunque con próceres distintos. En esa ocasión el candidato era Carlos Salinas y el amigo era Hugo Andrés Araujo. En este caso las circunstancias impidieron un final feliz. Volvamos con don Enrique, uno de sus hijos, ya fue presidente municipal, diputado local y federal y como no queriendo estuvo al frente del CDE tricolor y de pasadita desempeñose como director de Desarrollo rural en el estado. Por supuesto Enrique junior no ha tenido la explosiva carrera política de su padre y quizá le falta algo más. Lo cierto es que de nueva cuenta quiere ser presidente municipal. ¿Qué tan amigo es de RTC?, “eso es lo que vamos a ver”, como decía don Teofilito a aquella mujercita que presumía de virginal. Pero, ¡ea! que Quique trae entre ceja y ceja también la gubernatura desde hace dos sexenios y en este sentido como que no le importa reiniciar sus afanes desde la alcaldía. De manera que Victoria es “la joya de la corona” y como tal, son varios los tiradores. Anote usted a Felipe Garza Narváez,- el líder del congreso debiera tener un cuento, “la importancia de llamarse Felipe”, digo, por la prestancia con la que ha transcurrido por los asuntos políticos en los últimos años, y puede ir por más. En lista de espera del PRI a saber también están González Salum, Enrique Blackmore Smer, Blanca Valles Rodríguez y entre los más amigos y cercanos a RTC, José Manuel Assad Montelongo y Juan Manzur. Por ahí puede saltar la liebre. Como don Egidio su padre, Rodolfo también quiso ser alcalde y mucho sintió no serlo, aunque con heroica disciplina aceptó que no era su tiempo y con resignación lo asumió. Lo que es la vida y como luego dicen, “no hay mal que por bien no venga”. En el entendido de que destino ya nos alcanzó y no solo por la señalada importancia política, sino en atención al desarrollo a que tiene merecimientos, la capital del estado requiere de un alcalde con auténtica pasión de servicio. Esta es la esperanza de los victorenses y “lo más mejor” es que RTC lo sabe y entiende. SUCEDE QUE Pasado el efecto de la mentada influenza, el gobierno panista pone de moda el tema de la gordura entre los mexicas. Y pa’ que sea de más impacto lo enfoca hacia la niñez. Esta clase de terrorífica propaganda es la que utiliza FCH y sus socios del trópico pa’ que la gente se distraiga de la desgracia en que la tiene sumida el PAN. Le recuerdo una de las últimas barbaridades cometidas contra los pensionados. Y es que eso de aplicarles el 18 por ciento como impuesto sobre la renta no tiene progenitora. Lo más gasssshio es que dipus y senadores del PRI le hacen al tío Lolo en otra más de sus criminales complicidades. ¡Jijos de su mal dormir!. Pero hay un Dios que todo lo ve y todo lo juzga. Y hasta la próxima.