Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
7 de abril, 2010
Sin ser hombre de color, el gobernador del estado de México se las está viendo negras mientras algunos de sus colegas han de suponer que el sol les pega de frente, en especial Fidel Herrera y Rodrigo Medina. Usted preguntará razones o circunstancias. Elemental; Enrique Peña Nieto figuraba hasta hace unas dos semanas como el más viable candidato del tricolor a la presidencia de la república gracias al impresionante y costoso manejo de medios de comunicación, pero ¡oh!, sorpresas que da la vida, no contaba que en su exitoso camino rumbo a los Pinos se topara con el penoso y triste caso de la pequeña Paulette. Y es que, señoras, señores, este asunto ha colocado a la administración mexiquense en el filo de la sospecha e ineficacia y hasta pareciera que el joven procurador de apelativo Baz-Baz (ya vas Barrabas) en sus declaraciones a la prensa ya no sabe si va o viene con tanta contradicción. Este pobre muchacho aparece como el conocido bicho que ya no quiere queso sino salir de la trampa. Dicho funcionario primero aseguró que las evidencias no dejaban duda a un homicidio, ahora no encuentra los términos adecuados pa’ ir “trabajando” a la opinión pública inclinado a que todo se debió a un “accidente”. Mientras tanto la indignación de la opinión pública crece y sin querer queriendo la remite a cuestiones políticas. No olvidéis que la raza tolera todo, menos que le vean la cara. Estos desfiguros y vacilaciones de la justicia mexiquense son los que traen confundida a una sociedad de por sí aporreada por las circunstancias. Lo cierto es que Fidel Herrera y Rodrigo Medina no caben de gusto imaginando que el escenario rumbo a Los Pinos cambia a su favor. ¿Y qué tal si frente a la disyuntiva la solución aparece por otro lado?, digo, más cercano a los tamaulipecos. ¡Ah, verdá!. Usted dirá que la impartición de justicia siempre ha sido la prueba suprema pa’ cualquier gobernante y tiene razón. Recién lo vimos con el futbolista Cabañas a quien la procuraduría del DF le permitió salir de México sin rendir la declaración a que lo obligaba la ley. Ahí aparece el carnal Marcelo Ebrad como principal responsable. Y que casualidad porque también es presidenciable. En otros tiempos la violencia también puso a prueba a otros políticos sin que ello significara conocer la verdad. Recordéis a don Plutarco que ciertamente encerró a José de León Toral y a la madre Conchita a quienes se les relacionó con la muerte de Obregón, pero no quiso o no pudo ir más allá, bajo la suposición de que estaba involucrado el Vaticano. Y qué os parece Carlos Salinas que encontró en Mario Aburto el ejecutor de Luis Donaldo, pero no al verdadero culpable que para la opinión pública sigue siendo el misterio del siglo veinte. Plutarco Elías Calles terminó expulsado del país mientras Salinas hace su vida en el extranjero. Que cosas. Pero volvamos a los riesgos que enfrenta el PRI de no conocerse en tiempo y forma la verdad sobre el caso de la pequeña Paulette. En este sentido el escribidor sostiene que el más grave de dichos riesgos es la pérdida definitiva de Los Pinos, si es que el tricolor se obstina con EPN. SUCEDE QUE En retornando de vacaciones Bladimir Martínez podría causar baja en Educación a efecto de incorporarse a la campaña de Rodolfo Torre Cantú. El estimado Doc está decidido a integrar su equipo con puro peso completo políticamente hablando. Nada de confiarse, por el contrario, todo cortado con la fineza del bisturí pa’ evitar errores o malos entendidos. Por ahora hay que sumar. Mientras tanto, ¿no cree que Lucino Cervantes debiera recibir una buena oportunidad en la administración pública?. Digo, pa’ “talacha” en el partido ya estuvo bien. Y hasta la próxima.