Reynosa, Tamaulipas
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
    
  
  
  
    
    22 de marzo, 2015
El próximo domingo 5 de abril darán inicio las campañas políticas y ya desde ahora se percibe un mal ambiente social, que pronostica indudablemente una fría temporada electoral.
 
 En décadas, no se recuerda una atmosfera en nuestro país como la que hoy en día se respira, y de la que afloran tufos bastante desagradables.
 
 Enojo, desconfianza, tristeza e indignación son sentimientos cada vez más arraigados en la piel de millones de mexicanos, y ello terminará por incidir en el entusiasmo hacia las cuestiones políticas, que ya de por si históricamente es mínimo en nuestra sociedad.
 
 Ningún candidato, y mucho menos algún partido, tan alejados de la gente, tan carentes de propuestas e ideas, podría lograr provocar una participación medianamente entusiasta, porque las estructuras que hoy sostienen a este país, están fracturadas, corroídas y a un paso del colapso.
 
 Vendrán recorridos casa por casa, saludos, mítines, loterías, encuentros, foros y reuniones.
 Vendrán millones de spots, miles de panorámicos en las calles, entrega de calcas y de recipientes para las tortillas, pero en este 2015, todo indica que ninguno de esos recursos podrá logra encender el ánimo popular.
 
 Y si bien, a quien podríamos culpar de ese decaimiento social es a un gobierno emanado del PRI, lo cierto es que a la hora de señalar causantes, se incluye a panistas, perredistas, verdes, morenos, petistas y demás integrantes de la clase política.
 
 Todos, en mayor o menor medida tienen parte de culpa en el desastre en el que se ha convertido este país.
 
 Ante ello, la respuesta a la incapacidad, a la corrupción, a la complicidad, es la indiferencia.
 
 Y eso es justamente lo que veremos a partir del 5 de abril. Indiferencia.