Se aplican restricciones

Max Avila

13 de junio, 2010

Está científicamente comprobado que no hay hombre más humilde que “un crudo”. Usted al igual que el escribidor estará de acuerdo en la señalada máxima, como podría estarlo también en eso de que solo los borrachos y los niños dicen la verdad. Por ello me parece excelente que Víctor Contreras “el coyote” quien compite para diputado de un distrito victorense, le apueste al voto “duro” de los briagos, dejando de lado a los niños que aunque pudieran acudir en singular peregrinación a votar y protestar por las condiciones familiares, las autoridades no lo permiten. Y todo por esa bendita inocencia que mantiene al filo de la navaja la credibilidad adulta. De manera que el mentado “coyote” deja su suerte parlamentaria en manos de los ahijados de Baco y a algo se atiene cuando en lugar de camisetas o gorras prefiere regalar vales de “caguamas” con “botana” al canto. Desde luego esto es ficticio sin dejar de ser posible, ¡ah, caón!, aunque tampoco le crea tan confiado porque también da su partecita a las prostis,- no es albur-, y a los “hombrecitos” que acomodan sus afectos sexuales al llamado de su naturaleza. El candidato colocase así entre la efímera distancia de la simulación y la realidad que se ha vuelto cotidiana en buena parte de una comunidad decepcionada por su infame condición existencial, asume, ¿perdón?, por otra parte, lo que algunos estudiosos sostienen en sentido de que en sociedades como la nuestra solo se puede vivir, borracho, loco o recién casado. Ya vemos que “el coyote” toma la parte más sana y menos comprometedora de la condición humana, porque bueno, estar briago dura unas horas, mientras las otras dos situaciones podrían convertirse en algo más que un daño irreparable. El asunto es que Víctor Contreras se decide por lo rescatable de la tragedia política trasladándola a la comedia social. Aquí mero donde lo que aparenta seriedad conviertese en diversión pública. Él mismo asegura que cuando hacía cosas serias se lo tomaban a broma y ahora que quiere jugarle una broma a la política se lo toman en serio. Aún así es consecuente, sobre todo al establecer compromisos en una barra de cantina y rodeado de sublimes ciudadanos que consideran que después de las doce se inghó el día y pue-que también la semana. Decía Napoleón que mientras los pueblos conquistados se enojaran e hicieran berrinche pero pagaran los impuestos, no había problema; había que preocuparse cuando se empezaran a burlar. Y como que por acá ya está sucediendo. La aparición de “el coyote” tiene alto significado sociológico no solo dentro del respectivo partido que creo es el PT, sino en el proceso electoral. Digamos que es una aparición obligada, nada de fantasma, nada de ocurrencia ni de “a ver que se siente”. Esto es una respuesta por la difícil situación de las mayorías. En este sentido si alguien considera que es retroceso, perrrrrmítame decirle que es exactamente al contrario porque la sociedad empieza a buscar a verdaderos interlocutores y esto, señoras, señores, muestra que existe madurez, evolución y sobre todo, hartas ganas de caminar por la ancha alameda de la independencia política. SUCEDE QUE Hospitalizan de nueva cuenta al ex presidente Luis Echeverría justo tres días después de haberse cumplido 39 años de la represión del diez de junio del 71 donde desaparecieron decenas de estudiantes y otros más fueron golpeados y masacrados. Son de los hechos que no se olvidan y de los que pareciera que LEA paga poco a poco la culpa que le corresponde. Que siga viviendo, pa’ que siga pagando. ¿Reaparecerá este lunes Calderón?. Aunque “ya encarrerao” es capaz de seguir “trabajando” en Sudáfrica y apersonarse en el juego de México-Francia, si es así, plis, no dejen que se acerque a la selección. En el inter FCH se justifica: “si hasta los grandes cometen errores”, en relación con Green el portero inglés que regaló un gol a los gringos. Nooooo, pssss sí. Y hasta la próxima.