Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
16 de enero, 2011
Imagínese usted que, el exterior del Poliforum era la playa de enero, y el interior la ensenada de un priísmo ansioso por tocar a su nuevo gobernador. Bueno pues Egidio se sumergió en el mar, chapoteo una y mil veces, se columpió en las olas de abrazos militantes. Saboreo al PRI, se lo untó en el cuerpo como una pomada necesaria para fortalecer los tendones ideológicos.. Y al final, sin mostrar huellas de cansancio, se subió a la Suburbán, llevándose a toda aquella concurrencia, en su gesto finalmente dulcificado por el poder.
Ayer se produjo el arribo al CDE del PRI de Lucino Cervantes y de Martha Guevara como nuevos dirigentes del tricolor en el estado. Pero la verdadera nota, fue el activismo que realizó el gobernador entre las bases y la clase política del priísmo tamaulipeco. La presencia de Murillo Karam, fue tenue, casi como una sombra…llegó y se fue.
Egidio Torre Catú estuvo saludando y tomándose fotos con los integrantes de cada una de las mesas, jornada a la cual le dedicó casi cuatro horas ininterrumpidas. Era la primera vez que lo hacía. Fue su ensayo como jefe político ante el priísmo.
La primer tarea de Lucino al frente del PRI, fue la de poner en contacto al nuevo gobernante con los políticos priístas, hombres y mujeres que llegaron muy temprano al Poliforum, desde los 43 municipios del estado.
Fueron marabuntas de personas pertenecientes a diversos estratos sociales, las que atiborraron el amplio recinto. Ahí estaban los cuadros del Revolucionario Institucional, operadores profesionales de las bases que en la pasada contienda le dieron el triunfo al PRI sobre el PAN. Predominaban los profesionistas, pero también había dirigentes campesinos, empresarios, clases medias y populares, territoriales, jóvenes y mujeres.
Sonriente, con una actitud abierta hacia la gente que lo felicitaba y le echaba porras, Egidio se dejó querer, ayer en el corazón del Parque Bicentenario. Para todos tenía una palabra, una frase. Y cuando llegaba la hora de la foto, el gobernador extendía los brazos, para abarcar a la mayor cantidad de gente posible. Fue su fiesta. Lucino lo observaba desde un discreto espacio, complacido con los resultados. Se había cumplido el objetivo: que el gober se juntara con la raza de su partido.
En el collage de rostros que acudieron a la cita se pudo ver a priístas como Baltazar Hinojosa, Enrique Cárdenas, Amira Gómez, Marco Antonio Bernal, Toño Martínez Torres y al mismo ex presidente del PRI, Ricardo Gamundi Rosas. No hubo ex gobernadores.
Por supuesto, también estuvieron ahí, secretarios estatales de primer nivel como Alfredo González Fernandez, Homero de la Garza Taméz y Manuel Rodríguez, entre otros.
----LOS SECTORES--------------
Los del movimiento Territorial se prepararon con cachuchas anaranjadas y fueron de los más ruidosos, hasta que el gobernador se tomó la foto con ellos. Los de la CNC traían pocos sombreros, pero se les veía unidos en torno a dos figuras relevantes: Juan Baez y Perfecto Solís. Los jóvenes, encabezados por Miguel Cavazos Guerrero iban todos con chamarras negras, y no entendí cual es el mensaje que querían enviar..
Los del pueblito fueron aguantadores, y supieron esperar, ya cuando Egidio estaba cerquita, se lanzaron con todo y sus porras:
-----Llera, Llera, Llera, Llera…
Y sí, les llegó su momento de apapacho. Por ahí andaban Efraín y su esposa Laura Wong, Tere Perales, Hugo Andrés Araujo se sumó al grupo, bajo la frase: “yo también soy de Llera”. El profe Rosalío Perales dirigía la porra, Gerónimo Puga también estaba presente. Participó además Julio Acuña en aquel grupo de llerenses presidido por el alcalde Mario Alberto Ortiz y su esposa Bety Quiroga.
Hubo un momento en que, Egidio llegó hasta un círculo donde estaban políticos como Luis Enrique Rodríguez Sánchez y Enrique Cárdenas Del Avellano. El gobernador los fue saludando uno a uno, y al llegar el turno de Enrique, lo saludó con una exclamación de efusividad, dando a entender su cercanía. Pero más allá, ninguno de los dos dijo más palabras, como guardándolas para una charla posterior.
Al final, Egidio se retiró, escoltado por su equipo de seguridad. A su vez, el nuevo Presidente del PRI Lucino Cervantes caminó lo equivalente a más de dos cuadras hasta el estacionamiento del parque Bicentenario.
Iba ya solo, charlando con un acompañante circunstancial, alejado del bullicio y de los reflectores. Parecía un militante más del PRI. Se detuvo para auxiliar a un grupo de mujeres que les había fallado su carrito. Su auto, es una camioneta oscura de medio huso, nada ostentosa.
Me parece que si va a realizar recorridos por el estado, va a requerir un mejor mueble. Por el momento, parece que la dirigencia estatal del PRI, está en manos de un padre de familia, de origen popular, que está dispuesto a hacerle justicia a los auténticos candidatos. Al menos así empieza la historia.
---EL PRI VA A REGRESAR A LA PRESIDENCIA, DIJO EGIDIO--
Se declaró priísta como su padre y su hermano. “Que no les quepa la menor duda: el PRI va a recuperar la Presidencia”, sentenció, y con ello le envió un mensaje de confianza a Humberto Moreira y a Enrique Peña Nieto.