Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
23 de junio, 2011
En mi calidad de periodista he asistido al umbral de varios sexenios. Hasta ahora, todos habían iniciado en condiciones normales. Quiero decir con esto: el crecimiento gradual de un proyecto; el ejercicio del poder bajo patrones de carácter ordinario. El rostro anterior de los sexenios estuvo determinado por circunstancias inalterables.
Hoy, después de más sesenta años, de política priísta en Tamaulipas, la administración estatal de Egidio Torre Cantú, no llegó a la primera esquina, regida por la palabra mágica e idealizada, llamada SUEÑO. Su arribo fue presidido por otro concepto, alejado del vocabulario romántico. Egidio llegó a palacio, escoltado por la palabra DETERMINACION.
Su ascenso al poder, lo definió ante los tamaulipecos, como un hombre decidido; resuelto, y hasta cierto punto, osado para establecer los límites necesarios, ante el desbordamiento de los acontecimientos . A él mismo, la realidad lo sacó de su casa y de su oficina, para meterlo de lleno a la política.
Egidió, recuérdenlo bien, llegó al poder con los labios apretados y el gesto duro. Pero su mensaje facial no era para amedrentar a la sociedad, sino todo lo contrario: buscaba decirles sin palabras que estaba dispuesto a cumplir con la encomienda más compleja que un gobernante electo había recibido jamás. A muchos de nosotros, en nuestro papel de analistas, nos ha tocado también la tarea de entender su estilo, y de interpretarlo.
Hoy, poco a poco, el rostro de Egidio ha ido cambiando. No hay trucos de mercadotecnia. Si existiese una fórmula especial para arrancarle la sonrisa, esa ha sido el contacto con los ciudadanos y sus familias, en cada uno de los pueblos tamaulipecos. Ha sido un aprendizaje mutuo: la gente ha percibido al gobernador, como alguien que no tiene mucho rollo, pero a cambio les ofrece certeza y sinceridad. San Fernando es el ejemplo más reciente.
A lo largo de estos primeros seis meses, su gabinete ha entendido perfectamente el afán de éste hombre que, busca comunicar más con hechos que con palabras. Observado así, Egidio no es un político publirrelacionista que busque cuidar su imagen ante el futuro.
Es, en rigor un pragmático del poder, ensimismado en resolver los temas fundamentales de Tamaulipas. El primero, el tema duro se llama SEGURIDAD. El segundo es el de garantizarle empleo a las personas que aquí vivimos, o aquí llegaron, empujadas por la marea de sus circunstancias.
Recientemente, durante la reunión del consejo de seguridad, y el anuncio de la llegada de los 2 mil 290 militares, para cubrir 22 municipios, Egidio recordó a la sociedad, que ese fue un planteamiento que se hizo desde enero. Durante toda esta primera mitad del año, el mandatario ha estado trabajando de lleno sobre éste punto.
Muchas veces, a lo largo de estos meses, declinó las preguntas de los medios sobre el tema. Regido por una discreción personal y una disciplina a toda prueba, Egidio desde su llegada a la primera esquina, sabía su cuento.
Su lucha ha sido en todos los ámbitos. Pero especialmente en su digna terquedad para tocar, y volver a insistir ante el Presidente Calderón. Recuerden esas conferencias magistrales ante el ejército y la marina. Torre Cantú no estaba dando clases de vanidad intelectual, sino ganándose la confianza de los altos cuadros castrenses, para convencerlos de su propuesta.
En su vida profesional, el gobernador es un admirador de dos formas arquitectónicas: las torres y los puentes. Pero no lo seducen los acabados, sino los principios, las bases, los esbozos. Es un apasionado de las planchas y los muros elementales, sobre los que se sustentan las poesías de acero, como el Golden Gate ó la Torre Eifel.
Es de los que opinan que, en el fondo de cada verso escrito o erigido sobre la tierra, hay toneladas de esfuerzo.
En el Tamaulipas de hoy, un puente y una torre están cobrando forma.
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El alcalde victorense Miguel González Salum inauguró ayer un salón desayunador en la escuela “Gabriela Mistral” de la colonia Estrella. Y posteriormente, participó en el arranque de obras de pavimentación en la colonia Ampliación Sosa.
De manera cotidiana, sin muchos aspavientos, Migue le cumple a sus gobernados. Y ahí la lleva, trabajando de la mano, con su jefe político, el gobernador.
En otro tema, les informamos que, la que anda bien atareada en temas partidistas, a nivel nacional, es la victorense Cecilia Robles Riestra. La maestra Cecy, ha dicho a propios y extraños que, agradece ante todo a dios, y a su amigo el gobernador tamaulipeco Egidio Torre Cantú el hecho de darle la oportunidad de trabajar donde a ella le gusta, que son las tareas del partido. Cecy le está echando todos los kilos. Le deseamos suerte en su encomienda, que según nos enteramos, abarca estados como Coahuila, Nuevo León, Chihuahua, Veracruz, San Luis Potosi y Tamaulipas.
Por otra parte, en un show mediático y en una feria de desahogos vino quedando finalmente la tan esperada reunión entre el poeta Javier Sicilia y los demás participantes de la marcha ciudadana, con el Presidente Calderón en Chapultepec.
El Presidente adoptó una de las 48 Leyes del Poder de Robert Greene, consideradas como recursos válidos para salir adelante, ante situaciones difíciles. Una de estas leyes o sugerencias, aconseja asumir una actitud parecida a la espontaneidad ó la franqueza. Con ello, se dice, logras desarmar a tus adversarios. Calderón buscó parecer más humano, un simple mortal de carne y hueso, y no el dios del Olimpo. Pero no llevó a García Luna ni a los altos jefes militares. O sea , todo quedó en una mutua catarsis. Pero ninguna solución de fondo.