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El ISSTE tamaulipeco: una porquería

Fernando Acuña

5 de julio, 2011

  La  definición de sus  postulados, es la primera gran burla en el largo  peregrinaje de  sus aberraciones  y sus excesos:   “Contribuir  a satisfacer niveles de bienestar integral de los trabajadores al servicio del Estado mexicano: pensionados, jubilados y familiares derechohabientes, con el otorgamiento eficaz y eficiente de los seguros, prestaciones y servicios,  con la atención esmerada, respeto, calidad, y cumpliendo siempre con los valores de honestidad, legalidad  y transparencia de las personas”. ¡Mentira..!

  La  larga cadena de irresponsabilidades,  de prepotencias,  de  actitudes  que atentan contra la ética profesional  más fundamental, desmienten tajantemente éste rosario de palabras: Hoy  por  hoy, el  ISSSTE  en  Tamaulipas,  tiene acreditada fama de ser  la  institución  médica más  deplorable  de los últimos  50 años. Ni  siquiera  los funcionarios que trabajan en esta dependencia,  se atienden  en sus  clínicas, pues prefieren  pagar  un médico privado, antes que verse expuestos  a los  abusos de sus médicos  y enfermeras.

     Un ejemplo de ello, es que el junior  Jorge Zertuche Romero,  no se  cura en el  ISSSTE, ni siquiera el más leve  de los catarros. Prefiere hacerlo  en  consultorios  fronterizos  ó   con especialistas de Mc Allen. Así  de triste  y de deplorable  está el asunto. Así   de  oscuro  es el tema  de  una  institución  de salud, fundada en 1959  por el Presidente  Adolfo López Mateos, pero que hoy navega al garete:  sin medicamentos,  sin  equipo médico suficiente, y  con severas sospechas  de corrupción,  a tal grado que su titular federal Miguel Angel Yunes, está sujeto a una auditoría.

    Hay muchas historias, ilustrativas  de que en el  ISSSTE de Tamaulipas,  en lugar de curar a sus pacientes,  les  dan el “tiro de gracia”,  aun y cuando,  muchos de ellos, ingresan  con  padecimientos leves.

    El  caso  del  ex dirigente  nacional  de  la SARH,  don Mario Santos  Gómez, político  de gran poder  sindical, que llegó a ocupar  escaños en el Congreso de la Unión,  habla  por si solo de lo que  el ISSSTE en  Tamaulipas  es capaz de hacer,  incluso con las gentes más  influyentes  de la burocracia  federal:

      Corría diciembre del 2008. A don Mario lo acababan  de operar de un quiste  en  la ciudad  de Monterrey, en un hospital  privado,  y  lo  habían dado de alta,  a su antera satisfacción  y  la alegría de sus  familiares. Se regresó a ciudad  Victoria, dispuesto a atender sus negocios, pero cierto día  sintió un ligero desvanecimiento. Como  toda su vida  había tenido ISSSTE, pero jamás  lo había  utilizado,  creyó oportuno atenderse, de algo que, ciertamente  era un mal menor.

    Nunca  se imaginó que  por las negligencias de sus médicos,  la  institución que muchas veces el había ensalzado en sus discursos, lo mandaría a su casa,  pero con los pies por delante. Murió. Y  ni siquiera  sus familiares  pudieron explicarse lo sucedido.

    Solamente  para efectos de actualizar a los lectores sobre  la  cultura de  la  prepotencia en   la mencionada  institución médica,  le contamos  la siguiente anécdota: sucede que,  uno de los célebres especialistas   en materia de traumatología,  que  siempre  han navegado en los  espacios de la grilla,  pero que ahora, por algún  poderoso motivo, lo tienen en la banca, es  Víctor Manuel  Mansilla   Terán. Se  trata de un tipo prepotente  y creído que  ya ha ocupado  antes la titularidad  del CREE en esta capital.

    Está  acostumbrado  a ser jefe,  y  a mandar, no a que lo manden. Esta  circunstancia, seguramente  lo tiene  malhumorado. Y  a ello agréguele usted,  que tiene que hacer  la   talacha de su especialidad en el ISSSTE. No  obedece ni siquiera al Director  del  hospital.

      Mansilla  Terán  trató con insultos  y  palabras soeces  a  un profesor que  le  pedía  de manera educada,  le informara sobre  el estado de su hijo que,  soportaba  un intenso  dolor  en la espina dorsal,  y nadie  se apiadaba a  suministrarle  un  medicamento. Mansilla  emitió  un reporte  al Delegado, mintiéndole  con dolo  sobre  el estado del paciente. Con su perversa firma de grillo frustrado,  ocasionó que éste joven no fuese enviado a Monterrey,  para una mejor atención.

      Todo esto  y mucho más  ocurre en la  clínica  del  ISSSTE  en esta capital, mientras que su delegado  Sergio Zertuche  Romero,  atiende sus negocios  y sus  reuniones de placer.  Son  terribles   las consecuencias de que   áreas tan delicadas como la salud  de  los  trabajadores ,  queden  en manos de  juniors  irresponsables;  de  jóvenes   sin vocación humanista, que no sienten  el menor compromiso con  las familias de Tamaulipas.

   Justo  aquí  reside  una  de las explicaciones centrales  de que  el ciudadano  común  ya no vote por el PAN. Si  algo  bueno quedaba aun, en el sector  de la salud federal,  estas marabuntas de  funcionarios insensibles,  están   acabando con la poca fe de los  derechohabientes.

  Pero  bueno…que podemos  pedirle  al  ISSSTE  de Tamaulipas,  si  el ISSSTE nacional está en manos de una  cofradía, comandada por  Miguel  Angel  Yunes Linares.

-----------ARNULFO  RODRIGUEZ,  Y EL VÉRTIGO DE LAS FOTOS-------

     El pasado lunes,  Arnulfo  Rodríguez, el mismito  líder sindical  del  SNTE  asistió  en su calidad de padrino de la generación de egresados de la UPN, en el Centro  Cívico. Las chicas del gis, no lo dejaban partir, todas querían un abrazo, un consuelo, una foto,  ó  un beso de mejilla, con  el respectivo aguijonazo  del mostacho alacranado.

      Al final, Arnulfo salió raudo  y veloz para abordar el avión, según se dijo. A muchos que  fueron a plantearle asuntos, ya no los atendió  y dejó su agenda en manos de su secretaria  Deyanira, mejor conocida en el argot de la grilla magisterial  como “Deya”.

  El  hecho es que doña  “Deya”,  no le puso  el interés  requerido a  los asuntos que,  le fueron encargados  por su jefe.   Aunque, debemos  reconocer que, son miles de temas los que trae en la cabeza esta mujer, que en ocasiones  no  se da abasto.

  “Deya” debería  contratar, cuando menos a  diez secretarias  a su servicio. Porque ella, hace lo humanamente  posible, y  para serles franco, pienso que,  termina por  hacerse bolas.

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