Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
9 de agosto, 2011
Si el PAN logra algunos golpes grandilocuentes de aquí a junio y por lo mismo de largo y profundo significado mediático, no hay duda que permanecerá en Palacio nacional. Caso contrario, ya nos estaremos preparando pa’ reasumir las consecuencias del pasado con el arribo del PRI. En cuanto al PRD, salvo que los mexicas transcurrieran por una severa sacudida de conciencia, no habrá mayor opción que seguir alimentando la esperanza.
Triste destino porque del PAN y PRI no se hace uno. Sea que de ensayos ya estuvo bueno y es la historia, además de la jodencia, la que consigna el fracaso. Lo malo es que por más de ochenta años nos partieron la progenitora e insisten en tan criminal acción que ha llevado a que unos ochenta millones de nacionales anden arrastrando la cobija. Y ni modo que sea invento.
Triste destino digo porque PRI y PAN está dispuestos a compartir el pastel antes que cederlo a la nueva generación de Izquierda la que, ¿Oh Dios porqué el castigo?, no pasa de ser una ilusión en este imperio decadente de corrupción, impunidad e inmoralidad.
De manera que PRI o PAN podrían “ganar” la presidencia de la república. Usted dirá que eso a los tamaulipecos ni nos va ni nos viene porque poco o nada cambiarían las misérrimas circunstancias. Además de que la residencia de los Pinos queda lejos.
Pero fíjese que justo las circunstancias marcan el futuro. Hay evidencias, seguro que las hay, de que por estos andurriales los panistas avanzan sobre caballo de hacienda. Han aprovechado la confusión pa’ acomodarse en lo más placentero del desconcierto. No hay liderazgos y por estos espacios vacíos resbalan su ambición que no deja de ser politiquería pura y llana.
A como se observan las cosas Tamaulipas podría ser el siguiente estado donde se registre la mentada alternancia cuando las condiciones están dadas, al tiempo que la propia institucionalidad facilita dicha posibilidad. Claro, no pasaría de ser una ingrata experiencia religiosa cuya ventaja pudiera ser el reavivamiento de la lucha política con uno que otro perseguido y uno que otro reo del fuero común.
Pa’ decirlo pronto, el presunto arribo del PAN a la gubernatura solo marcaria el tiempo de las venganzas alimentando el morbo popular pero de ninguna manera resolviendo los problemas que por añejos se volvieron títulos a perpetuidad, como en los panteones pues.
Sin que parezca crítica, queja o denuncia, pero ahora mismo Tamaulipas no es que digamos un ejemplo a seguir. Se reconocen las tareas de legitimación y son válidas porque proceden del esfuerzo de una comunidad que ha sentido en carne propia la orfandad, pero eso es muy diferente a la convicción de avanzar con causa, es decir, en la confirmación de que también de las desgracias se aprende pero en beneficio de todos. Y es que las desgracias políticas también son patrimonio colectivo.
2.- ¿Y qué tal si el PRI conquista los Pinos?. Ahí sí que pone a prueba al escribidor. Las condiciones en el estado cambiarían en forma radical. Todo lo que vemos relacionado con el poder quedaría reducido a lo que fue durante 70 años. Sería algo así como el rescate del pasado mediante un proceso con alto contenido masoquista.
Terminaría el control regional y por supuesto la magia que envuelve el sentimiento de dominio total y absoluto. No habría más decisiones locales.
Sucedería como en los tiempos de Echeverría en que siendo secretario de Gobernación “recomendó” a Manuel Ravizé convirtiera en alcalde de Victoria a un amigo que por acá tenia, aun cuando horas antes el PRI había definido a su candidato. Y ni modo, el tricolor hubo de recular dejando a los sectores con cara de ¿what?. Como dijo aquel líder campirano a quien ya en uso de la palabra ordenaron cambiar de candidato: “Ya les hablé de las cualidades de mi compadre pa’ ser presidente del comisariado, ¡pos tenemos otro mejor!, se trata de…”. En fin.
SUCEDE QUE
Muy buena esa del diputado Víctor García Jiménez de patrocinar cursos de buenos modales en la región ribereña quesque pa’ incrementar respeto, armonía, prudencia y tolerancia. ¿Y la gestión pa’ solucionar problemas y cumplir promesas?.
Y hasta la próxima.