El cumpleaños

Fernando Acuña

5 de octubre, 2011

A  los  15 años ya era soldado raso. Y  cruzó el Atlántico con su pobreza y sus ambiciones de poder y de dinero. Con sus 24  años  fue el esposo de  Antonia Ocio y Ocampo. A los 36 enviudó y solo un año  guardó el luto pues su influyente hermanito, monje franciscano lo casó con la que sería su segunda esposa, doña María Josefa Llera y Bayas, hija de un regidor del Santo Oficio, algo así como la PGR de aquel entonces.

    Los suegros del  autor de aquel braguetazo colonial, tenían muchísima lana. Por eso, cuando  lo mandaron a pacificar  la indómita tierra tamaulipeca,  aquel hombre de 50 años lo primero que hizo fue fundar un pueblo con el apellido que le había abierto las puertas de la fama y la buena vida en Querétaro: el de Llera. (Fundado en la Navidad de 1748). La única navidad buena que tuvimos los llerenses, porqué en adelante  solo festejamos el abandono.

  A  partir  de la susodicha navidad llerense,  Escandón se la pasa siete años, poniendo primeras  piedras  de lo que sería  el Tamaulipas  actual. Funda  más de 24 pueblos que hoy, como en aquellos tiempos,  están urgidos  de recobrar  la paz.

     Don Pepe, había nacido en Soto de la Marina, a la orilla del mar cantábrico. Las alusiones a los  pueblos que después  él  fundó  en  esta tierra del noreste, son bastante obvias. Por ejemplo,  a  ciudad  Victoria, lo creó en 1750, dos años después de que cruzó la Sierra Gorda, una especie  de cordillera cantábrica, que el militar de origen humilde, traía muy bien grabada en su memoria adolescente.

      La capital, como todos sabemos, fue bautizada  con el nombre de Villa de Santa María  de Aguayo, en honor  de la comunidad del mismo nombre en España. En la actualidad, un ejido  de Victoria,  está más poblado que aquella ranchería penínsular.  En 2008, el censo español reveló que contaba con 56 habitantes. Pero..de ahí viene nuestra  “capirucha”. Cuando Escandón, en una carta  dirigida a la corona,  describía  la belleza  y bondades naturales de lo que hoy es el Río San Marcos, seguramente  lo comparaba con el Ebro,  de su tierra de origen.

  Lamentablemente, ese río que despertó  un poco la inspiración literaria del militar santanderino,  hoy está  convertido en una herida  reseca  y pedreguda. En sus orillas le construyeron su nido al PRI,  y  su  ribera  está convertida en un boulevard, donde juegan carreras suicidas  las  tribus  de los micros urbanos.

  En resumidas cuentas,  lo que les quiero decir es que, hoy seis de octubre cumple años  nuestra  bella  ciudad  Victoria. Serán, 261 velitas. Para efectos educativos, ojalá y que alguien nos devuelva la estatua que se robaron de  don José, para que la chaviza escolar  lo conozca. Hasta hace años, la raza victorense lo ubicaba con el mote del “Mono”  y servía  como referencia para orientar a los despistados que no conocían  la urbe. Su efigie estaba colocada en el cruce de la calle 16, justo frente a donde ahora se encuentra el sindicato  del  SUTSPET  y  una tienda Soriana. Dicen que, “El Mono”  fue a parar a  la cabecera municipal de Jimenez. ¿Qué cruel es la historia verdad?. Es muy probable que lo hayan  vendido  en kilos de bronce.

 Como triste colofón del aniversario que hoy festejamos, les diré que el  célebre Escandón, murió  olvidado y enfermo, después de que el imperio español, le armó una grilla monárquica:  fue objeto de un juicio de residencia,  y juzgado  por  tratar de quedarse con más de un millón de vacas,   por utilizar indios en sus empresas  y por contrabandear  con los ingleses. ¿Dónde  he escuchado yo antes esta palabra..?. Cinco años después de su muerte, dijeron que era inocente. Imagínese, ya para que.

  Algunos historiadores dicen que Escandón  se fue a morir a Querétaro y otros que en la ciudad de México. El caso es que ya no volvió a Tamaulipas. En cambio su esposa si falleció en Jimenez, donde el viejón le hizo su casita, hoy convertida en un  desaliñado museo.

  -------EL  ALCALDE  MIGUEL GONZÁLEZ SALUM PRESIDE  LOS FESTEJOS DE VICTORIA----

   Hoy  jueves por la mañana, el alcalde victorense  Miguel  González  Salum, y el titular de la SEDUMA,  Homero  de la Garza Tamez,  encabezarán  diversos eventos, relacionados  con  el  CCLXI  aniversario de nuestra capital  tamaulipeca. La fiesta dará inicio en la plaza  Hidalgo, y continuará con  la develación de placas, en inmuebles declarados como patrimonio histórico.

  Otro  de los homenajes que  podríamos hacerle  a nuestra bella Victoria, es el de edificar  más puentes  que unan al centro de la ciudad con la meseta del  IMSS, y el centro universitario.

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   Hoy, me uno a la pena  que embarga a mi amigo del alma, mi compadre Francisco Cuellar Cardona. Falleció  su hermanita más querida, de las mayores de la familia, originaria de ciudad Mante. Su nombre era Amparo Cuellar Cardona. Que dios la tenga en su gloria. 

Por otra parte, el  día de ayer,  el gobernador  visitó   la cabecera municipal de Xicotencatl,  y  saludó  a las familias  de  esta región,  con la entrega  de  apoyos y alimentos  del programa  “Nutriendo Tamaulipas”. Fue  bien recibido el mandatario tamaulipeco.

    Como  todos sabemos,  el pueblo de Xico está actualmente gobernado por  un miembro de la dinastía  panista de los  Verastegui Ostos,  después del  desprestigio político, en que dejó  al pueblo,  su anterior alcalde José  Andrés Picasso. La verdad ya no hay a cual irle, pues  los Verastegui son acusados de prepotentes y caciques, y  los Picasso dejaron, se dice, una estela de corrupción.

  Ojalá  y que la visita  del gobernador, alivie un poco la orfandad  municipal en que se encuentra ese pueblo de productores cañeros. Hablando  de esto último, bueno sería  que el alto mando político se enterara de las inequidades  y  triquiñuelas de que son víctimas  los parceleros de esa región,  sometidos  a condiciones humillantes por  quienes  les compran sus cargas del producto, en  las recibas  del ingenio.

 Parece que  están volviendo a los tiempos del porfiriato. Las industrias azucareras como la de Xico, lucen convertidas en haciendas,  y  los campesinos  integran  la peonada empobrecida. Así de tristes  están las cosas.