Reynosa, Tamaulipas
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
    
  
  
  
    
    7 de mayo, 2012
Durante su visita a la universidad Lasalle de esta capital, el ex mandatario estatal Manuel Cavazos Lerma fue víctima de un virulento ataque verbal por parte de un grupo de estudiantes, mismos que le cuestionaron algunos errores, durante su mandato como gobernador.
----Como quiere hacer un buen papel como senador, si como gobernador falló, fue una de las preguntas que le hicieron.
Como ya se sabe, Cavazos y Lupita arribaron a Lasalle, a una invitación que se les hizo por parte de las autoridades de éste plantel. Sin embargo Lupita Flores sí fue bien recibida, y nadie la molestó.
En relación al incidente con MCL, algunos colaboradores cavacistas señalaron que se trata de fuego amigo, pues sus relaciones políticas, con el candidato a la diputación federal Enrique Cárdenas del Avellano, en los últimos días, han ido de mal en peor.
Las fricciones entre ambos políticos, no se pueden ocultar, pese a que ambos han querido aparentar que ya se reconciliaron. La verdad es que no se puede ver ni en pintura. Y recientemente estuvieron a punto de llegar a los puños.
Lo anterior, implica una situación incómoda para el PRI en Tamaulipas, dado que Cavazos Lerma, es por así decirlo, el operador consentido de Enrique Peña Nieto. Y cualquier desaire hacia su persona, podría ser interpretado desde el CEN priísta, como un desaire hacia el peñismo.
---------------------EL “DEBATE” QUE NOS MERECEMOS----------
No debemos quejarnos por el pobre contenido intelectual y propositivo del debate: los cuatro personajes participantes, son una imagen fiel y exacta de nuestra idiosincrasia nacional. Para empezar, México, es un país donde solo se lee en promedio, un medio libro al año. Una nación donde no nos distinguimos por tener una elevada cultura, ni una tradición crítica, y de análisis.
Los patrones de nuestra mecánica social, son el ataque visceral y el chisme. Carecemos de una tradición política, fincada en la tolerancia, y los sólidos argumentos. En consecuencia, nuestros políticos, no pueden ofrecer más de lo que en realidad son: personajes amasados de nuestra triste condición de país, atado a valores, heredados de 300 años de coloniaje, dictaduras, caudillismos y presidencialismo.
En López Obrador, por ejemplo, la burla y el sarcasmo de un mestizaje humillado y desplazado por el criollaje colonial, saltan a la vista. Tal vez por ello, el pueblo se identifica con él, pues su color de piel y su carácter taimado, es decir, astuto y ladino, representan el carácter de una mayoría, que cobra venganza a su manera, de su marginamiento histórico.
En Vázquez Mota, se refleja la mujer traidora y mala de las canciones mexicanas. La que hace sufrir, la que paga mal. La que busca su oportunidad para vengarse de un machismo político y cultural, que siempre la ha utilizado, para llegar al poder, como lo hizo Hernán Cortés con la Malinche: la primera mexicana que se entregó en cuerpo y alma al soldado peninsular. Y con ello engendró el mito de mancornadora y falsa.
Josefina es la esposa, la amiga y la amante de un proyecto insólito, como es el de ocupar, el cargo, hasta ahora ejercido por varones, desde la época precortesiana hasta nuestros días: el emblema supremo conferido a la masculinidad: el poder.
Y en Peña Nieto, se personifica, la cualidad del mexicano chingón, acostumbrado a ganar, a triunfar, a chingar, antes de que se lo chinguen. Para ello hace las alianzas necesarias, y se adapta a los tiempos, es el clásico triunfador pragmático, que recurre a todo, para alcanzar sus objetivos. Así se tenga que aliar con el bien o con el mal.
Andrés Manueles, Peñas y Josefinas hay muchos en el país. Pero la mayoría de ellos, no saben debatir. Han nacido y crecido en una república, donde para triunfar, no se requiere mucha preparación académica y cultural. Una nación de baja escolaridad y desempleo, cuya divisa, no es la preparación, sino la audacia.
Su única noción que tienen del debate presidencial, es la discusión en la cual, él que se ponga más listo, y demuestre ser más pícaro y echador, puede ganar.
Eso es lo que vimos éste seis de mayo: tres mexicanos echándose chingadazos verbales..los dos coleros madreando al que va a la cabeza. Y éste último defendiéndose a como podía. Un pleito de cantina ó de mercado de abastos, no hubiese sido diferente.
Fue, un debate a la mexicana. Una trifulca verbal, a la medida de nuestra personalidad nacional…de nuestra idiosincrasia. El debate que nos merecemos.
Ah, se me olvidaba Quadri. Dicen que él fue el ganador. Tal vez lo fue, porque nadie lo peló, y se aventó un soliloquio de antología. En todo caso, el del PANAL debatió contra su propia conciencia. Corrió solo con su alma y su dos por ciento. Ahora lo colocan irónicamente como el ganador. En el próximo debate, lo más justo es que lo pongan a competir contra Adal Ramones..ahi sí encontraría digno contrincante a su monólogo.
--------LAS ENCUESTAS NO FAVORECEN AL PANAL-----------------
De acuerdo a las últimas encuestas, en Tamaulipas, el partido con más débil posicionamiento entre la ciudadanía, es el PANAL operado por los dirigentes de la Sección XXX. Se sabe que todos los aspirantes a cargos de elección popular de dicha organización, se encuentran a la cola de las preferencias, incluyendo a su dirigente Arnulfo González Treviño.
Por si lo anterior fuese poco, por lo menos, dos manifestaciones de maestros han arribado, hasta la plaza del 15 y 16 Hidalgo y han instalado campamentos con grandes pancartas, en las cuales denuncian las arbitrariedades del hoy candidato del PANAL a la senaduría.
Cabe recordar que, Arnulfo arribó a la dirigencia sindical, precedido de un gran prestigio político. Su fama de apoyar a la gente, era una de las medallas que colgaban de su historial, en el seno del SNTE tamaulipeco.
Pero hoy, inexplicablemente, la suerte le ha cambiado. No se lleva bien con el gobernador, ni con el titular de la SET. Desde palacio lo ven como un líder caprichoso y voluble. Dicen que el mismo ha contribuido a forjarse dicha imagen. Y las encuestas sobre su persona, parecen corroborarlo. Esperemos que rectifique.