Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
18 de febrero, 2013
Mientras que en Ciudad Victoria, Gustavo Cárdenas y Arturo Soto se abrazan y declaran, al menos públicamente, que van a un proceso interno en el que habrá limpieza y equidad, y en Reynosa, Chuma Moreno, Leonel Cantú y Jose Ramón Gomez Leal, se fotografían juntos y se levantan la mano unos a otros, en Matamoros, se comienzan a ver señales de que Leticia Salazar no tendrá un día de campo frente a su oponente interno, Roberto Salas.
Y esto, pese a que con toda seguridad y hasta con la mano en la cintura, Lety ganará con facilidad una elección interna frente al ex líder de la Canaco.
Sin embargo, desde ahora, Salas le está poniendo “el cascabel al gato”. Dice, palabras más, palabras menos que “el proceso interno del PAN en Matamoros está en riesgo ya que Ramiro Salazar Rodríguez, quien esta expulsado del PAN, ha iniciado muy a su estilo particular una guerra sucia y mañosa para maniatar el proceso interno a favor de su hija Leticia Salazar Vázquez y más aún Gerardo Martínez, cuñado y yerno de la Candidata es el presidente del Partido, acciones que están poniendo en riesgo la equidad y transparencia del proceso…”
Y arremete duro, pues dice estar “sumamente preocupado por la equidad y transparencia del proceso ya que es públicamente conocido que el padre de la candidata obedece interés obscuros y contrarios a Acción Nacional, además no le interesa vender cualquier cosa, hasta su dignidad a cambio de su benéfico personal o familiar, rentándose en todos los procesos de elecciones al mejor postor, por tales motivos señaló que es necesario y urgente que el CEN del PAN envié un delegado para supervisar el proceso y le amarren las uñas al papá de la precandidata”.
¿Así, o más fuerte?
En Matamoros, es publica la animadversión que existe hacia Ramiro Salazar, por parte del grupo que impulsa a Roberto Salas. Y lo empujan aun a sabiendas de que las posibilidades de que le arrebate la candidatura a Lety, son prácticamente nulas.
Es obvio, entonces, que buscan el golpeteo para lograr sacar una ventaja posteriormente.
Leticia Salazar, prácticamente no tiene cola que le pisen. Y mal haría en responderle a su contrincante. Y un acierto tendrá, en la medida en que mantenga alejado de su campaña públicamente, a su controvertido padre.
Quien sale perdiendo en este pleito es justamente el propio panismo matamorense.
Y aunque es muy temprano para hablar del tema, a quien le dará dividendos una división azul en Matamoros, es al equipo de Salvador Treviño.