Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
26 de febrero, 2013
El PRI tamaulipeco enseñó ya sus armas.
Están prácticamente integradas las formulas con las que habrán de participar en las elecciones de julio próximo, y a decir de aquellos que se autonombran “expertos y observadores”, las listas están lejos de ser un verdadero trabuco.
En la mayoría de los distritos, ciertamente, aparece gente que le entiende a la política, pero también hay varios a los que les brota la inmadurez y la falta de experiencia.
En términos generales; la conclusión es que los priistas no la tendrán nada fácil.
Van a requerir de un trabajo serio en campaña. Y olvidarse de aquella vieja práctica de algunos candidatos al congreso, que en épocas pasadas se dedicaban a “nadar de muertito”, dejándole toda la chamba a los que buscaba la alcaldía. Hoy los tiempos son otros y aquel candidato que no trabaje su propia campaña, estará condenado al fracaso.
Seguramente todo el grupo de los destapados del martes, van con la advertencia de que a la vez que se les está dando la oportunidad, llevan implícito un compromiso, que es el de dar buenos resultados. No hay de otra.
Y es que más de la mitad de los aspirantes priistas al congreso, aun a esta temprana hora, suspiran por ser llamados nuevamente en tres años.
El rival a vencer, el panismo, aun no tira sus cartas. Pero es previsible que en donde tienen sus miras puestas, es decir, Tampico, Victoria, Reynosa y Matamoros, principalmente, van por todo. No está de más decir que en esos cuatro municipios está más del 70 por ciento del electorado tamaulipeco…y representan casi la mitad del congreso estatal.
De ese tamaño.
Por eso, el peor pecado que pueda cometer un candidato priista, hoy y en los próximos 4 meses, es confiarse y llegar a creer que tiene una victoria en la bolsa.
Nada de eso, pues está claro que, aun y con toda su clientela, con sus bases y fiel estructura, al PRI no le bastará. Tienen que salir a buscar nuevos adeptos entre una sociedad tamaulipeca, que en términos generales, está harta de inseguridad, de desempleo, de falta de servicios básicos, y que no fácilmente sale a votar.
El análisis rápido nos lleva a pensar que en el mes de julio en Tamaulipas, se dará una buena batalla solo entre dos partidos, pues los demás son prácticamente inexistentes, que irán por ese 40, 45 por ciento del electorado que si participa.
No hay manera de ver una elección sencilla.
El PRI lo debe saber, comprender y asumir.