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25 de agosto, 2013

La revisión de la lista de  los integrantes de los cabildos en la ciudad tamaulipeca que usted quiera, no aguanta un examen de cultura general.

Por donde le busque, los talentos son escasos. Ni en Tampico, ni en Reynosa o con las mayorías panistas en Matamoros y Nuevo Laredo, encontramos a elementos que se distingan en forma extraordinaria por su brillantez.

Los regidores y síndicos electos por toda la geografía tamaulipeca, cumplen en cambio con el requisito del compromiso cumplido. Hay representantes de sindicatos, organismos empresariales, líderes de colonias y de grupos políticos.

O sea, todos, puntualmente elegidos para cumplir con un pago.

Y el talento, la capacidad y la preparación para gobernar, pasan a segundo término.

Históricamente, por décadas, hemos tenido cabildos inútiles, plagados de incapaces y sin las mas mínima idea del por que o para que fueron elegidos.

Y parece que esto se repetirá.

Y si a esto le sumamos la pronta designación de secretarios, directores y jefes de área en todos los ayuntamientos del estado, habrá  que estar preparados para una nueva tanda de recomendados y “todólogos” que vendrán, nada más y nada menos que a manejar los presupuestos.

Por ello, nuestros alcaldes aún están a tiempo de evitar lo que sería su primer error; nombrar por compromiso a personas inútiles y sin capacidad.

Los tamaulipecos les agradeceríamos mucho a nuestros alcaldes electos, pensarle muy bien y dejar a un lado eso que tanto daño le hace a cualquier administración; el pago de favores a la hora de los nombramientos.

Un buen gobernante, se debe rodear de los mejores, nunca de los familiares, amigos, compadres o recomendados.

Lamentablemente, en decenas de oportunidades,  hemos visto ejemplos muy desafortunados. No queremos que se repita la historia.

Porque, si de hecho no se puede hacer nada por evitar tener cabildos plagados de personajes de muy baja capacidad, cuando menos se puede hacer algo para no tener funcionarios del mismo nivel.

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