Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
17 de septiembre, 2013
Al deseo de muchos de que el presidente Peña Nieto venga a Tamaulipas, se suma ahora la exigencia.
Tiene que venir, para que constate personalmente los daños causados por “Ingrid” en tierras tamaulipecas, nos dicen.
Sin embargo, me parece que nuevamente nos quedaremos esperando la tan anhelada (no sé por qué) visita presidencial.
Una rápida evaluación de los efectos de la tormenta tropical que toco tierra por las costas tamaulipecas, revela que en nuestra entidad salimos bien librados, si nos comparamos con el saldo de terror que deja ese fenómeno, y el que azotó en el pacifico, el tal “Manuel”.
En Tamaulipas, hasta la mañana del martes 17 de septiembre, se presumía de un saldo blanco en cuanto a víctimas mortales, mientras que en entidades como Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Puebla y Veracruz, ya se habla de más de 30 fallecimientos.
Esta vez, tuvimos enorme suerte los tamaulipecos. Aparentemente los daños no son de las dimensiones que vemos en otros lugares.
Nuestras humilde infraestructura carretera, con algunos problemas, pero sigue funcionando.
Nuestros aeropuertos operan normalmente.
Y todo indica que la sociedad civil en las áreas afectadas, ya recibe ayuda y atención.
Como marcan los protocolos, el gobierno de Egidio Torre Cantú emitirá declaratorias de desastre y de emergencia ante la Secretaría de Gobernación, para obtener recursos del Fondo de Desastres Naturales y apoyar en su rehabilitación a los municipios afectados por “Ingrid”.
Entonces, nos queda claro que la atención principal del gobierno federal para esta emergencia, estará concentrada en otros lugares que más la necesitan.
Ahí está el caso de Acapulco, cuyas imágenes con una terminal aérea inundada y miles de turistas varados en un segundo piso, ya recorren el mundo entero.
El propio Presidente ya el lunes realizaba una inspección en áreas afectadas de la costa del pacifico, y además enviaba a sus secretarios a encabezar la representación del gobierno federal a los estados en problemas. Y a Tamaulipas, como buena señal, tan solo mando a un subsecretario, a Luis Enrique Miranda, de Gobernación.
Hoy no debemos pedir una visita presidencial, sino comprender que hay prioridades, y que Tamaulipas, afortunadamente, no lo es.
Queremos, si, que Peña Nieto venga, pero en otras circunstancias, nunca por desastres en los que haya víctimas.