Justicia y política en Tamaulipas

Martín SIFUENTES

28 de mayo, 2014

Después del anuncio hecho en Tampico por el titular de la Procuraduría General de la Republica, en el sentido de que varios funcionarios y ex funcionarios tamaulipecos podrían ser investigados, cundió el temor entre servidores públicos.

Y es que a nadie se le olvida aquel “michoacanazo” en los tiempos de Felipe Calderón, que llevó a la cárcel a un gran número de alcaldes y empleados de gobierno.

Y aunque después se fueron cayendo cada una de las acusaciones en contra de aquellos burócratas y salieron libres, el susto nadie se los quitó.

Sin embargo, en descargo de los temerosos, es justo señalar que el actual gobierno federal está haciendo las cosas en una forma totalmente distinta a como se hacían en el sexenio pasado, razón por la cual se descarta una “cacería de brujas” como la que se dio indiscriminadamente en Michoacán.

En aquel entonces se detuvo sin pruebas, se actuó apresuradamente y se cometieron injusticias en contra de funcionarios que después demostraron su inocencia.

Hoy no se ven indicios de que la federación vaya a proceder del mismo modo.

No obstante, la advertencia del procurador de la republica fue  lanzada por algo, y no se ve que haya sido un simple “buscapiés”.

En las próximas semanas, o meses, seguramente habrá novedades, pero ahora sí, basadas en pruebas contundentes, y aquel servidor público en activo o en receso  al que se le demuestre una asociación delictuosa, deberá ir a la cárcel.

Ver acciones judiciales en contra de personajes públicos tamaulipecos, si es que las hay, será la prueba de fuego para el gobierno federal, porque no se debe olvidar que en seis meses, justo el tiempo que Osorio Chong puso como lapso para ver resultados, en nuestro estado se comenzará a hablar intensamente de política.

Si, en julio de 2015 habrá elecciones y ya desde enero de ese año comenzará la danza de aspirantes y precandidatos, por lo tanto ver a políticos, priistas o panistas en líos judiciales, podría ser un duro golpe para sus partidos.

Da la impresión de que en corto tiempo, Justicia y política se podrían entremezclar en Tamaulipas.