Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
3 de mayo, 2010
¿Qué ofrecerán los candidatos a cargos de elección durante sus campañas las próximas semanas?. Mínimo la solución de los problemas conocidos, aun cuando algunos, los más responsables, están conscientes de que será imposible cumplir todo lo que a promesas corresponde, aunque por ganas no quede. Por su parte los votantes intuyen que los días que se avecinan se convertirán en una especie de tianguis donde la oferta y la demanda podrían inclinar el voto que podría ser de arrepentimiento, de castigo, nomás por no dejar o pa’ ver que se siente jugar a las escondidas con la suerte. Usted dirá que muchos candidatos poco, o nada, nadita de nada tienen que ofrecer, al contrario juegan “de latidito” esperando pescar algo a río revuelto y de paso ganarse “una lanita” que en tiempos de crisis podría significar el premio mayor de la lotería. Y tiene razón, aunque para fortuna están más o menos identificados aquellos “gandallas” y aventureros que aprovechan estos tiempos pa’ solventar su miseria, tanto económica como moral. En este apartado se sugiere dar una repasadita a los nombres de los tales vividores que no dejan ir elección sin apostar sus escrúpulos. Lo “más pior” es que este sistema nuestro de cada día los tolera, soporta y en algunos casos hasta los apapacha. Remember cuántos hicieron de su hacha y estridencia las armas más eficaces de sobrevivencia. De manera que por unos cincuenta días estaremos metidos en un proceso de toma y daca electoral después del cual Tamaulipas habrá de renovar sus autoridades lo cual no deja de ser emocionante porque hombre, en política es donde más se comprueba que tiempo y permanencia son relativos y con alta carga de nostalgia. A un año de haber dejado la gubernatura pregunté a Américo Villarreal si extrañaba el poder y el hombre aceptó que era lo que más añoraba. Por supuesto en el caso de don Américo,- ¡salud, por su salud!-, como en el de otros servidores públicos que actualmente cumplen su papel histórico, acaso se compense su nostalgia con el reconocimiento ciudadano por sus buenas y duraderas obras. Claro, hay políticos que figuran por mero accidente, en una sola emisión y a la vista del portador cuya pequeñez no les permite trascender más allá de una “comalada”, pero esos se ahuyentan solitos. Ya verá. El asunto es que todo proceso es saludable porque la democracia se oxigena revalorando la calidad del voto. Esta libertad de votar y ser votados es lo que permite que algunos no sean dignos de aparecer en las boletas respectivas. El “chapulineo” es la mejor expresión de que cualquier elección es un buen negocio para aventureros. Y son estos “gandallas” los imposibilitados pa’ cumplir compromisos. Es aquí donde se acrecienta la desconfianza y sin embargo el sistema avanza arrastrado por los que en verdad utilizan el poder pa’ desarrollar al estado. Con estos últimos son con los que la comunidad se queda y son a los que extraña. Recordéis que Norberto Treviño Zapata siempre ha ocupado un lugar especial en el corazón de los tamaulipecos. Lo cierto es que el proceso electoral que inicia permitirá seguir avanzando a pesar de quienes se cuelgan de la oportunidad pa’ colmar ambiciones personales o de grupo y a los cuales usted ya les echó el ojo, aunque también de justicia tiene identificados a quienes sacrificaron tiempo y disfrute personal por servir a sus semejantes. SUCEDE QUE Felipe Calderón viaja de nuevo por Europa a donde acude a ofertar al país, sea a proponerlo al mejor postor. Esto lo ha hecho desde los primeros días del gobierno panista y al parecer sigue fracasando en tan innoble causa. Ahora lo propone a los alemanes, como antes lo hizo con ingleses, franceses, españoles, chinos, etc, y creo que hasta a la república de Transilvania. Y nada más pa’ que vea como andan los panistas, ahí tiene que están “exigiendo” al gobierno de Kirguistan que realice sus elecciones de manera “libre y transparente”. Estará usted de acuerdo con el escribidor, ¡qué jijos nos importan los kirguistanos si acá tenemos broncas pa’ dar y repartir!. Lo dicho, pa’ vergüenzas no gana uno, chingao. Hasta la próxima.