Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
12 de mayo, 2010
El candidato del PRI a la gubernatura apenas cumple una semana en campaña y ya propuso lo que podría ser fun-da-men-tal no solo de los tiempos electorales, sino de todo el sexenio. Sea el funcionamiento de una contraloría social. Si esto se realiza como Dios manda, Rodolfo Torre Cantú se convertiría en un ícono de la política nacional. Y no crea que el columnista exagera. Haga sus deducciones y verá que chido sería que usted, nosotros, vosotros, ellos y ellas supiéramos en tiempo y forma de los gastos públicos, empezando por las inversiones locales que por lo general no corresponden a las promesas de campaña y mucho menos en lo que aparece en las cuentas anuales, algunas de las cuales bien se identifican con el decir de aquel alcalde de Padilla que solía informar de esta manera: “lo que entró salió y si más hubiera entrado más hubiera salido”. Es más, a RTC bien serviría que la opinión pública señalara lo que en veces no parece muy claro. Dirá caro y desocupado lector que siempre hay y habrá formas de conocer las respectivas inversiones y tiene razón, pero no ignoremos que tampoco falta aquel servidor que a espaldas de sus superiores le da por jugar a las escondidas con el presupuesto y con la propia información. En fin, no nos metamos a lo hondo porque lo importante es que RTC está presto y dispuesto a que no exista la más leve sombra de sospecha sobre el uso de los dineros de la sociedad. Y mire que Rodolfo escogió el punto G de la pobreza pa’ hacer el señalado pronunciamiento. Sea el altiplano, nombre de lujo o ex cuarto distrito símbolo tradicional de la jodencia. En efecto, en uno de los tantos ejidos abonados por la miseria dialogó con representativos de los medios de comunicación como suele hacerlo front a front, pa’ esbozar lo que será su régimen en general y las probables soluciones a la problemática regional. No le puedo hacer la crónica completa porque solo invitaron a periodistas y no es queja ni lloriqueo pero de haber merecido dicha invitación, me hubiera gustado preguntarle si estaría en condiciones de implementar un programa de becas e incentivos pa’ lograr que los jóvenes se arraiguen en su tierra convirtiéndose en su momento en auténticos factores de desarrollo. ¿Y qué tal si a las familias se les apoya pa’ iniciar pequeñas empresas?. Sería un dineral, pero rescatable por el alto beneficio social. Útil será por otra parte, eliminar la burocracia que ha hecho del campo una sucursal del desconsuelo. En este sentido, ni como negar que los propios dirigentes aprovechan pa’ echarle más tierra al cadáver del pobre campesino y sus familias. Rodolfo es un hombre sincero ya sabemos, por lo que el escribidor se muestra especialmente optimista de su énfasis por crear la señalada contraloría, y pa’ mi que esta sola intención basta y sobra pa’ dar cuarenta y las malas a sus adversarios. SUCEDE QUE Ahora que se observa el actuar de jovenazos en busca de cargos de elección uno encuentra la diferencia con los políticos de antaño. Los chavos, muchos de ellos que creen apagar el infierno a flatulencias, suponen que su presencia y en ocasiones su verbo, son suficientes pa’ que el electorado se rinda a sus pies, en cambio los de antes jamás llegaban con las manos vacías. Me consta que pa’ cuando pedían el voto ya habían reparado calles, abierto caminos, instalado agua, drenaje o energía eléctrica. Y si se trataba del campo, gusto era verlos entregar tractores, semillas y hasta recursos “en greña”. Usted dirá que antes era bien fácil porque el PRI tenía monopolizado el poder y “todo se podía”. Es cierto, como también es cierto que a la mayoría de los neo políticos les falta imaginación pero les sobra soberbia. Lo que quiero decirle es que si vas a pedir algo tienes que llevar. No viene al caso pero se puede acomodar el consejo que está en los vagones del metro en defe: “antes de entrar, deje salir”. Hasta la próxima.