Siguen jugando, el árbitro no ha pitado.

Martín SIFUENTES

2 de diciembre, 2015

El intenso activismo político de los últimos días, de personajes como Marco Bernal, Alejandro Etienne, Paloma Guillén y Alejandro Guevara, hace suponer que después de la explosiva entrada a la competencia de Baltazar Hinojosa, y que hizo temblar a más de uno, todo volvió a ser normal, y que la conclusión en este inicio de diciembre, es que no hay nada para nadie.

El próximo fin de semana, con la visita a Tamaulipas del dirigente priista, Manlio Fabio Beltrones, se espera el envío de alguna señal, de alguna luz que aclare el panorama, que hoy por hoy, como nunca en la historia política de los relevos sexenales en nuestra entidad, es confusa y nebulosa.

La seguridad con la que arribó en su regreso al estado, el diputado federal Baltazar Hinojosa, hizo pensar que todo estaba decidido, pero lejos de hacerse a un lado, los demás personajes que buscan la misma nominación, apretaron el paso y lo que estamos viendo es un cierre inesperado, en el que ya muy cerca de de la designación, no hay un favorito pleno o con ventaja evidente.

Es decir, ni Baltazar con su brillo en la cámara de diputados diputados y su supuesto apoyo por parte de Luis Videgaray, ni Marco Bernal, con su cercanía a Baltrones, ni Guevara Cobos, y su amistad con el presidente y con altos mandos militares, ni las ligas de Paloma Guillén con Osorio Chong, ni Alejandro Etienne con todo el respaldo estatal, pueden asegurar que será alguno el candidato del PRI al gobierno estatal.

Todos siguen jugando, todos siguen en la cancha. Incluso jugadores que no tienen tantos reflectores siguiéndolos, pero que por ahí en una jugada de rebote, al más puro estilo del Chicharito, pueden meter un gol.