Lujambio golpea al PRI: ofrecen la otra mejilla

Fernando Acuña

27 de julio, 2011

    Sigue siendo tema Lujambio: como ya lo sabemos, el príncipe  de la SEP, no solo vino a ejercer un burdo y criminal patrimonialismo. Después  de payasear un rato en los planteles escolares, arropado por el aplauso de Bladimir Martínez, su paje de ocasión , se dirigió a una reunión panista, encabezada por Javier Garza  de Coss, y ahí él distinguido visitante,  se encargó de darle con todo  al  PRI, partido que sustenta  el poder, en la entidad anfitriona.

    En uno de esos  excelentes videos, se  observa como  en su papel de  esfínter solícito  Bladimir  se abraza  a las costillas de Lujambio  y  traza en el aire  las caravanas de valet, cediéndole el  paso.  La escena parece una copia de los códices de la Conquista española: ahí se puede ver  en la misma postura a un jefe  mexica, recibiendo a  Hernán  Cortés.

     Después  lo  lamentarían, pues los  peninsulares no eran los dioses esperados. Ni venían en son de paz. Igual le pasó al Blady con el delfín educativo : poco le faltó para  caer en una situación comprometedora, ante los zapatos del Secretario. Después,  cobijado por las sombras azules, éste destazaría al tricolor. Es hora que el Blady sigue sin  lavarse las manos que acariciaron al  funcionario calderonista.

   Palabras más; palabras menos,  el  aspirante panista  repitió  el estribillo que tanto  ha manejado el gobierno federal: que  todos los males actuales se los debemos al PRI, y que en  doce años de poder, el PAN  ha  conseguido  logros formidables.

    A través de la televisión, el  Presidente  y sus  achichincles  regularmente  le dejan caer toda la cubeta al tricolor, bueno pero…ya es  el colmo que  un  Secretario de Estado, venga a Tamaulipas en visita oficial, dentro  del  Programa “Escuela Siempre Abierta”,  y   aproveche ese mismo viaje para propinarle  una olímpica “madrina”  al Revolucionario Institucional .

---Yo  no me muevo con recursos públicos de ninguna precampaña. Yo este viaje lo hago en mi calidad de Secretario de Educación. Y  por supuesto, por la noche, puedo hacer lo que yo quiera, espetó Lujambio ante los  reporteros que le cuestionaron.

  Si se tratase  de salir a la plaza pública  para comerse un helado, pues ciertamente no habría  problema. Pero…salir a una  cena  del  PAN,  y aprovechar   la ocasión para  tupirle  duro y parejo  al  PRI, convierte a Lujambio en un oportunista político,  cuya  estrategia  favorita es el juego sucio.

    Por si existiese alguna duda  de los golpeteos  de Lujambio contra el vapuleado tri tamaulipeco ,  el boletín del  CDE panista,  ratifica  esas sangrientas  estocadas:

“Alonso Lujambio, lanzo en más de una ocasión el reto a la ciudadanía  de hacer memoria  y recapitular los grandes errores del PRI,  que ,llevaron al país, a caer en episodios vergonzosos en materia económica. Además  de lanzar el reto a Humberto Moreira, “Moreirita”,  al cual instó a hacer uso de su memoria. Y  comparar  los grandes logros de Acción Nacional, que dejan muy lejos al PRI  de ser la mejor opción para el país”.

  ¡Sopas..!,  un verdadero  baile  al poderoso  PRI, en su propia casa, y  con recursos oficiales.

Lo más lamentable es que, hasta ahora  en el  edificio del boulevard, nadie ha dicho esta boca es mía. Ninguno de sus  connotados dirigentes  estatales  ha salido  a la palestra  para defender  a su partido de las andanadas azules. Ello  indica que  el PRI  en la entidad no goza  de ninguna independencia  y que  está esperando que le digan  que es lo que tiene  que contestar.

     Lucino  Cervantes  es un buen hombre, bien intencionado, priísta de huesos viejos,  que no ignora los ataques en contra de su partido. Pero, según se observa, su silencio, delata con  tristeza, que  lo mantienen con camisa de fuerza.

  Hasta  ahora, el  abatido silencio del  PRI  en Tamaulipas, indica que  no es capaz de ofrecer una respuesta.  Y que   ya prepara  la otra mejilla, para cuando  Ernesto Cordero  ó  Josefina  Vázquez Mota quieran  venir  para que el PRI estatal  les lastime el puño cerrado,  con su combativo rostro.

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     Después  de platicar con  familias  tamaulipecas que  han  emprendido  viajes de recreo  por carreteras dentro  de la geografía estatal, nos  han dicho que,  han salido  y regresado  sin contratiempos. Esto no quiere decir que los problemas de seguridad hayan desaparecido. Pero se percibe que, tiende a bajar  la tensión,  o al menos que los operativos  implementados  por el gobierno de Egidio Torre, están surtiendo efectos  exitosos.

  Por otra parte, me parece que no todos  se fueron  de vacaciones en el gobierno estatal. Por lo que  toca  a  los  responsables  de Protección  Civil, encabezados  por Pedro Benavides,  se ve que estuvieron muy pendientes  de cualquier  incidente, en   lo que a su  ámbito corresponde.

  Otra de las noticias que,  para mi gusto  viene a  atenuar  un poco, lo relacionado con las bajas calificaciones de los maestros,---  un fenómeno de carácter  nacional y no privativo de la entidad, --es el hecho  de que  Tamaulipas ocupa  el cuarto lugar en lo que a cobertura  de educación  superior  se refiere. Juzgo que es un buen lugar, aunque en los próximos años, la idea es que,   en dicho tema, nos colemos al medallero.  

  Por  otra parte,   resulto  de nueva cuenta  todo  un fraude,  el  “borrego”  del sarampión,  echado a andar  por  las mismísimas autoridades federales de  salud. La explicación  obedece entre otras cosas a que,  el  Secretario Córdoba  Villalobos está urgido  de banderas con que lucirse, ante  la proximidad  del destape  para la gubernatura  en Guanajuato.

  De  todas maneras, por si  las moscas, nuestro Secretario de Salud, el doctor Norberto Treviño  ya  adoptó todas las medidas preventivas del caso, en las principales regiones de la entidad.

  Y  para  cerrar la colaboración de hoy, le comento que, el matamorense Miguel  de la Rosa  se la pasa  en las tiendas de autoservicio,  comprando embutidos y papitas, razón por  la que  se encuentra   con un evidente sobrepeso. El  escritor y karateca, (perdón ese es Ramón Durón), corrigiendo,  el  escritor  y politólogo,  se mueve  con dificultad, pues  luce muy  pachoncito.