Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
17 de noviembre, 2011
Al iniciar la primavera del 2006, millones de mexicanos jurábamos que iba a ganar López Obrador. Desencantado del foxismo, y con un PRI dividido, el país soñaba por la izquierda. Pero la gran burguesía se asustó con los discursos incendiarios del “Peje”: cual sheriff del sol azteca, casi los condenaba a la horca, antes de tiempo.
Los Azcárraga, los Servitje, los Salinas Pliego, los Zambrano, los Peralta y los Slim, entre otros apostaron por Calderón. El mismo Presi--chente, contra su voluntad, operó para que fuera Felipe. Hoy, AMLO le tiende la mano a los ricos, a los cuales amagó en el 2006. Habla de una república amorosa, con mensajes muy parecidos a los del Mahatma Gandhi. ¿Ha cambiado realmente AMLO? ¿Se trata solamente de una estrategia para llegar al poder?
Lo cierto es que, el mismo día en que se anunció su victoria sobre Ebrard, mucha gente que no está ligada a los partidos, empezó a simpatizar con su causa. Hablamos de ciudadanos que no tienen nada que perder, y que ven a Andrés Manuel, como la esperanza de obtener un mejor nivel de vida. El tema toral del Peje, es la economía familiar. Me temo que por ahí va avanzar todos estos meses. El tema de la seguridad pública, lo va a supeditar a un segundo término.
AMLO tiene a su lado un activo político demasiado inteligente: se llama Marcelo Ebrard, y se perfila como la voz interior del tabasqueño, para frenarlo ó encausarlo, según la circunstancia. Como Felipe Angeles, lo fue a Francisco Villa, MEC es el artillero que el “Peje” necesitaba, siempre y cuando le haga caso.
El empoderamiento de AMLO ha colocado en posición de jaque a panistas y a priístas. Los del PAN ya dieron marcha atrás en su método de selección de candidatos. Dicha modificación a sus dedazos, la disfrazan con una orden de Tribunal, pero en el fondo, son ellos mismos, los interesados en corregir sus decisiones.
En esta decisión, Josefina se fortalece. Aunque, la línea de una segunda vuelta, estaría previendo, la declinación de Creel a favor de Cordero, para derrotar a Vázquez Mota.
En el establo priísta, ya empezaron a difundirse comentarios, sobre la inminente retirada de Manlio Fabio. Se habla que, en unos días más, Beltrones se bajará del ring sucesorio. Y que dejará el camino libre a Peña Nieto. El propósito es no permitir que el Peje se trepe en la cresta del estrellato, y termine por rebasarlos. Realmente hay preocupación entre los del PRI. Una izquierda unida, sin fisuras y un pueblo mexicano desencantado y adolorido, puede ser la fórmula perfecta para que, en esta ocasión, después de tantos intentos, arriben de una vez por todas al poder.
Por lo pronto, parece que un AMLO maquillado de santidad, está siendo aceptado por las cúpulas empresariales. El Presidente del CCE, Mario Sánchez Ruiz, acaba de declarar que, el Peje nunca ha sido un peligro, y que las puertas del organismo están abiertas para él y otros aspirantes.
Cinco años de sufrir el veto de los poderosos, terminaron por provocar cambios en la conducta de Andrés Manuel.
Ahora, AMLO es un fuerte peligro, pero solo para Peña Nieto…
--- POIRÉ EL RELEVO. ¿LA LECTURA? ¡PELEA!, ¡PELEA!, ¡PELEA!---
La designación de Alejandro Poiré como nuevo titular en Gobernación, es un mensaje de guerra. El personaje, tiene como distintivo un sello duro, y muy cercano al Presidente de la República.
Lo anterior indica con toda claridad, el tipo de estrategia que caracterizará al actual sexenio, en el periodo más crucial de su papel, al frente del país: será un periodo de crudas batallas ante la izquierda y ante el priísmo. La llegada de Poiré, lejos de representar una tregua, presagia un escenario de confrontaciones y desencuentros.
Felipe Calderón, lejos de ablandarse por las derrotas sufridas en el accidente de su ministro Blake y de la derrota de Cocoa en Michoacán, está mostrándose dispuesto a vender cara su derrota.
Con Poire en Gobernación, un nerd de apariencia metálica que jamás dio concesiones, en su papel de vocero de seguridad nacional, la política interior en Bucareli, tiende al endurecimiento.
Se la juega Calderón con un funcionario preparado en la academia de Harvard, y con experiencia en el espionaje y las labores de inteligencia política. Debemos recordar que, Poiré pasó por el CISEN, y conoce al dedillo los secretos y estrategias de sus enemigos políticos, tanto en el PRD como en el PRI.
Otra de las características de Poiré, es que fungió en su momento, como cercano colaborador del desaparecido Juan Camilo Mouriño. Se le considera un auténtico mastín de la política calderonista. No es dadlo a rehuir el combate. Son memorables sus enfrentamientos con miembros de la oposición.
Tal vez, en términos de política tradicional, se le juzgue un Secretario inexperto, pero lo cierto es que se trata del último y más fiero alfil de que podía echar mano Calderón, en el ajedrez sucesorio.
De esta manera, el Presidente busca lealtad, pero también eficacia para cumplir su objetivo: lograr que el PAN arribe a un tercer periodo consecutivo de poder.