Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
27 de septiembre, 2013
Toda la razón tienen aquellos estudios que determinan la enorme desconfianza de la sociedad hacia los políticos, los partidos, los gobiernos y los gobernantes.
No han sido pocas las veces que todos esos entes, han engañado, le han mentido descaradamente al pueblo, que había confiado en ellos.
Por eso, quienes han analizado el fenómeno del rechazo social, han concluido que mucho tienen que ver conceptos como promesas no cumplidas y desencanto por gobiernos que no representan la solución a los problemas.
Viene todo esto a colación, porque se dan ya los cambios de gobierno en los municipios de Tamaulipas y las nuevas autoridades harán un llamado a la confianza, pedirán a la gente que confíe en ellos, y ahí surge el conflicto.
Porque cuando se ha producido ya una sucesión de gobiernos que no han resuelto los principales problemas económicos y sociales, irremediablemente se produce una sensación de desencanto.
La desconfianza la alimentan las crisis, la inseguridad, la violencia, el desempleo, la falta de servicios, el cinismo y la corrupción.
Hoy, las grandes mayorías están insatisfechas y parece no haber espacio para la esperanza.
Obligación deberá ser para los nuevos alcaldes, hacer algo para recuperar esa confianza.
Porque será triste gobernar a quien no tiene fe en ti.
Entendemos que acabar con la desconfianza social y generar empatía entre políticos, gobernantes y sociedad, es harto difícil, pero es algo indispensable para el fortalecimiento de la presunta democracia que vivimos.
Como acabar con una desconfianza histórica que nace con marcas de traición, corrupción y beneficios solo para minorías?
Ahí está el reto de los nuevos gobernantes. Hacer que crean en ellos.