Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
13 de octubre, 2013
Hasta donde sabemos, el 20 de octubre, es la fecha límite para que la Cámara de Diputados, apruebe la Ley de Ingresos.
Veremos en consecuencia en los próximos días, como aumentan las presiones sobre el congreso y sobre la Secretaria de Hacienda, por parte de aquellos que han manifestado su desacuerdo con algunos de los puntos más relevantes de la propuesta del ejecutivo.
Organismos empresariales, el PAN y el PRD, abiertamente se oponen a buena parte del paquete fiscal que propone el gobierno federal para allegarse recursos.
Del PRI, solo se oyen voces aisladas, pero en conjunto, el partido del presidente, mantiene una posición de apoyo.
De hecho, la presión ejercida ya ha rendido frutos; recuérdese que la semana pasada la propuesta de gravar con IVA las colegiaturas fue desechada y se anunció una modificación en la idea de gravar la renta de vivienda y los créditos hipotecarios.
Y ahí van.
Sin embargo, se mantienen firmes los opositores al gravamen a los refrescos, a los límites a las deducciones de personas físicas, al IVA en alimentos de mascotas, chicles y espectáculos públicos y de usted por seguro que apretaran fuerte en los días por venir.
Y ni que decir de los que se oponen a la homologación del IVA en la frontera.
Este último proyecto fiscal, es el más cuestionado y de paso es que ha unido en su contra a ideologías tan disímbolas, como panistas y perredistas.
En la frontera tamaulipeca, cámaras empresariales y hasta industriales de la industria maquiladora han manifestado su desacuerdo con esa intención de igualar el IVA.
Lo que veremos de aquí al día en que la propuesta sea votada, será sumamente interesante y sobre todo, ver si con toda la presión logran una modificación sustancial al proyecto del Ejecutivo.
Deberá entonces el presidente Peña Nieto, a través de su secretario de hacienda, Luis Videgaray, poner en una balanza la idea; o una enorme recaudación fiscal, o el rechazo y el retiro de apoyos del poderoso sector industrial y empresarial mexicano.
Lo malo de todo esto, es que quien encabeza el recazo al paquete fiscal es el PAN, y una marcha atrás por parte del gobierno federal, se interpretaría como una victoria política para el partido blanquiazul, y eso, no lo va a permitir el presidente.