Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
19 de diciembre, 2011
Paquita era del DF, le ayudaba a Rosalinda Guerrero en su casa. Cuando la madre de los chavitos Cavazos muere, esta mujer que ahora en reciente fotografía aparece como una encantadora abuelita, se hace cargo de los chiquitines.
En aquel tiempo, los muchachos de MCL no jugaban, como usted supondría, con carritos ó bicicletas. Los chavalillos estos, se entretenían ordeñando vacas y montando caballos en la Casa de Gobierno. Tenían un verdadero establo. Una vez se les soltó una de aquellas reses y corrió por la calles del fraccionamiento Campestre. Imagínese usted el lío que se les armó.
Cuando Tomás Yarrington recibe la residencia oficial, lo primero que hizo fue desmantelar, limpiar y desinfectar los espacios de las corraleras. Pero bueno..nadie podrá negar que, con todo y sus circunstancias de carácter materno, los niños Cavazos tuvieron una infancia sana y feliz.
Asistían a la escuela, y eran alumnos del taller de artes atendido por Olivia Malibrán y su esposo Salvador. Un día, comentan que los chavalines llegaron de puros puntos, con una película para adultos, y no pasó la censura. Otras de sus travesuras, era las de sacudirles el borrador en la cabeza a algunas niñas. Eran realmente tremendos. Cosas de chiquillos.
Pero hoy, se observa que todos ellos han madurado y empiezan a destacar en sus respectivas actividades. Miguel, es el que ha decidido seguir la carrera de su padre. Se inició como líder de las juventudes, lo cual es un indicador de que, honra la memoria de su madre.
Cavazos Guerrero es el actual titular del Instituto Tamaulipeco de la Juventud. Tiene 25 años y se acaba de casar con Angélica de la Garza. Ahí estuvo su padre, el ex gobernador, de riguroso esmoquin y pajarita. Entre los asistentes se pueden contar diversos personajes de la política actual: Homero de la Garza y su prometida Hanne Vega; Alfredo González y Ceci de González; Hernán de la Garza y su esposa Ani, Felipe Garza y su esposa Maricela de Garza.
En las fotografías del singular evento social, posaron también entre los invitados, dos matrimonios jóvenes, estrechamente vinculados con el poder político actual: Aureliano Salinas y Mariana de Salinas; Manolo Rodríguez y Alejandra de Rodríguez. Mariana y su hermanito figuran entre los estrategas de la política interior, en las esquinas más poderosas de palacio.
Por supuesto que no podía faltar en las fotos, la entrañable nana que, tuvo a su cargo, la niñez de aquellos chavalines, cuyas inquietas memorias y andanzas llenarían un grueso volumen.
Fiel a la memoria de su infancia, cuando ordeñaba vacas y lograba las primeras manganas, Miguel fue congruente con su pasión primera, la charrería. El orgullo de MCL vistió una gala del típico traje mexicano con todo y sus ornamentos, moño y botonaduras. Sin faltar el sombrero de ala ancha galoneado.
Cuando le preguntan al junior cavacista, que si es gracias a su padre que, él está ascendiendo en la política, suele soltar respuestas como la siguiente:
--- Lo que se hereda, no se hurta.
Niega que su padre, sea factor central de su carrera política. Y al menos en apariencia tiene razón, pues cuando lo eligieron para la dirigencia del Frente Juvenil del PRI, su papá Cavazos Lerma andaba en la India, profundizando sobre la doctrina del Maharishi Mahesh Yogi. MCL viajó por esos días al país hindú, donde seguramente disfrutó de las noches azules y electrizantes tal y como las describió el poeta Octavio Paz.
Nadie puede negar que, Cavazos Lerma es un hombre culto. MCL les ha enseñado a sus hijos el amor por la cultura, o al menos estos no se olvidan de sus charlas de niñez, pues en la actualidad, chavos como Miguel, suelen citar frases de Rabidranath Tagore, tales como: “Dormía y soñaba que la vida era alegría; desperté y vi que la vida era servicio; serví y descubrí que en el servicio se encuentra la alegría”.
En resumidas cuentas, estos parecen ser los rasgos más sobresalientes del hijo de un ex gobernador, que empieza a volar con sus propias alas. El cachorro del nuevo amanecer, cuya biografía y matices anecdóticos, a sus 25 años, lo dibujan con nitidez, como producto de tres factores esenciales:
Las ubres, los caballos y el poder.
Las dos primeras podrían ser metáforas del presupuesto y de la gloria política.
-----MONCAYO IRRUMPE EN LA NOCHE-------
Recuerdo a Moncayo, especialmente por su huapango que cabalga entre los siglos. Lo compuso en 1941, iniciado apenas el sexenio de Manuel Avila Camacho, el último Presidente militar, que tuvo que aguantar las mentadas de su hermano Maximino, cuando designó como sucesor a Miguelito Alemán.
Escuchar el huapango de Moncayo equivale a tomar la brida de un caballo mexicano que galopa entre cordilleras, valles y cañadas. Música que encarna el alma y la memoria de nuestra personalidad nacional, con todo y su dolor social, su guerra y sus fiestas de fin de año. Si hubiese alguna comparación literaria, me atrevería a decir que equivale a la Guerra y la Paz de León Tolstoi. Edite usted un collage con discursos de Calderón, del Peje y de Peña Nieto, con imágenes de la violencia actual. Y póngale la obra cumbre de Moncayo como fondo. Con todo y el internet, los caudillos y sus disputas, se siguen reeditando. Le sonará interesante.