Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
5 de enero, 2012
Tierra y mar se unen en un beso violento de arena y sol. Las nubes de cabellera revuelta bailan entre espasmos azulosos. Un laberinto de cañadas, se abre paso entre relieves accidentados que ascienden y se desploman, siguiendo el curso de sus sierras y sus montañas. Un paraíso de vientre hermoso, es en rigor, pero sojuzgado por la histórica bota de la represión y el miedo.
Dios debe haber escogido este rincón de la república para sembrar la resistencia de los más débiles. Justo en esta cuna nació el apellido inmortal que selló para siempre no solo su nombre, sino un destino. Identidad trágica, de dolor y sangre; Desde la resistencia contra los aztecas, pasando por el asedio español, la independencia, la revolución, y la guerra sucia. Hasta el asalto de la tecnocracia y los hechos de Ayotzinapa:
Guerrero, siempre guerrero…
En los setentas, mientras cursaba la secundaria, me asomé por primera vez a las voces del movimiento guerrillero, que irrumpieron en una carta abierta a la opinión pública. Recuerdo que fue el Sol de Tampico, todavía propiedad de José García Valseca, quien publicó a una página entera los planteamientos formulados por la insurgencia guerrerense.
Se vivía a plenitud la guerra sucia. El profesor Lucio Cabañas Barrientos, egresado del internado de Ayotzinapa,(al igual que Genaro Vázquez) fueron protagonistas centrales del antigobiernismo priísta. Ambos fueron asesinados.
Producto de la propuesta vasconcelista que impulsaba la educación de las masas, en la época posrevolucionaria, las normales rurales del país, se fundaron como una respuesta a las necesidades del México agrario. Con su creación, nació también la semilla de la rebeldía política y el radicalismo social, bajo liderazgos estudiantiles: la Federación de Estudiantes Campesinos, Socialistas de México, (FECSM).
Son célebres los nombres de las normales rurales del país: entre ellas la misma Normal Rural de Tamatán, que a finales de los sesenta fue desaparecida como tal, quedando reducida a escuela secundaria, con pase automático a las normales que siguieron vigentes.
Entre los personajes célebres que participaron en la época tamatanera, se cita a Rigoberto Castillo Mireles, a Fernando García Arellano, a Silvestre Abrego Flores, (padre del actual Secretario de Administración Jorge Silvestre Abrego Adame) a Genaro G Ruiz y a Raúl García García entre otros.
Se cuenta que muchos de ellos se negaron a ocupar cargos en la FCSM, que ya para ese entonces, era ubicada como apéndice de organismos de la izquierda internacional, vinculados con la Unión Soviética. Sin embargo el que sí participó activamente, al menos en aquellos años, lo fue el “Chino” José Luis García García, quien al parecer fungió como Tesorero de la FCSM, en los tiempos en que el futuro guerrillero Lucio Cabañas la presidió a nivel nacional. García García, lo recordamos, fue el Secretario de Educación en el sexenio de Manuel Cavazos Lerma.
En otras palabras, el Chino dio un viraje espectacular, pues de ser cabecilla de las movilizaciones izquierdistas en el México de los sesentas, posteriormente se convierte en el representante educativo de la burguesía neoliberal que irrumpe con el sexenio de Carlos salinas de Gortari. Y cuyo conspicuo representante en la entidad, lo fue el mismo MCL.
En la actualidad, Ayotzinapa y otras escuelas normales rurales del país, se distinguen como algunos de los últimos bastiones de la resistencia del movimiento democrático estudiantil, ante el Estado neoliberal de la derecha panista.
Dada la coyuntura político-electoral del 2012, el gobierno de Felipe Calderón tiene las manos atadas para desatar la represión abierta contra ellos, pero es un hecho que, las acciones radicales de los normalistas rurales, han llamado la atención de quienes se encargan de la seguridad nacional. Recientemente Poiré se reunió con Angel Aguirre Rivero. Tanto el gobernador como el ministro de Gobernación buscan ponerle el cascabel al gato.
En Tamaulipas, la Escuela Normal Rural de Tamatán , no prospero, entre otras cosas, porque había un control más férreo de las organizaciones priístas. Dicha circunstancia, aunada a las condiciones de una entidad norteña, con menos rezagos históricos y sociales, en comparación a entidades como Guerrero, motivaron que otro fuese el destino del plantel.
En la actualidad, su casco arquitectónico es como una reliquia donde anidan los recuerdos de los viejos mentores tamaulipecos, que rechazaron la azarosa militancia de la radicalización izquierdista, y fueron fieles al PRI.
Estos profesores, después se convertirían en auténticos tótems sagrados de la grilla educativa en Tamaulipas, y especialmente en la capital. Se les llegó a conocer como la Banda del Zapato Blanco”. Sus decisiones hasta hace pocos años, todavía eran ley no escrita, que quitaba y ponía maestros.
Sin embargo, al margen de esta dialéctica del gis, resulta interesante valorar el papel que en su momento todos ellos desempeñaron., en la formación magisterial. La escuela Normal Rural de Tamatán fue un verdadero ejercicio de educación y disciplina, siguiendo la escuela soviética del inmortal Antón Makarenko, aunque según el llamado Poema Pedagógico, aquella experiencia se dio con jóvenes delincuentes. Pero todos se superaron.
Hará falta un nuevo Makarenko en la educación..? Me parece que el trabajo educa más que cualquier otra cosa. Aunque ahora, el neoliberalismo se especializa en expoliar a los trabajadores y pagarles una miseria.
Han cambiado los tiempos..y los hombres. En todo caso, la experiencia de Ayotzinapa, es producto de ese submundo acorralado por el capital de los Slim, los Zambrano , los Servitje y Salinas Pliego.